MADRID.- Expertos del laboratorio francés Criidad han confirmado en un informe elaborado para Greenpeace la "gravedad del problema radioactivo" generado por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva, a causa de sus vertidos de fosfoyesos radioactivos y han advertido de los riesgos que implica la presencia de sustancias cancerígenas como el polonio 210, el radón 222 o el radio 226.
El responsable del laboratorio, Bruno Chareyon, indicó hoy durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la ONG que los resultados de los análisis confirman radiación gamma de entre tres y 38 veces superior a los niveles normales y dosis equivalentes de entre dos y nueve veces lo normal.
De este modo, denunció públicamente que los pescadores, los trabajadores y los ciudadanos que pasean por la zona de las marismas, de Palos de la Frontera a Huelva "reciben dosis de radiación muy importante" hasta el extremo de que sólo con una exposición de nueve minutos cada día, durante un año, "estamos corriendo un grave riesgo de sufrir enfermedades como el cáncer".
Por otro lado, se refirió a los altos niveles de concentración en la zona de torio 232, 400 veces superior a los de los suelos inalterados. Se trata de una sustancia "muy radiotóxica por inhalación" cuyo factor de radiotoxicidad es comparable al del plutonio.
Del mismo modo, Chareyon advirtió de los riesgos para la salud humana que las concentraciones de Plomo 210 y Polonio 210 como las registradas en las marismas onubenses. Al respecto recordó que el Polonio 210, sustancia con la que fue envenenado el ex espía ruso Alexander Litvinenko es el "elemento más radiotóxico por ingestión" y los efectos que puede causar en los niños son superiores a los del plutonio.
Tanto el plomo como el polonio que los investigadores del laboratorio francés hallaron en las tomas de muestras, realizadas entre los días 3 y 4 de octubre de este año, son "elementos muy solubles" que se "acumulan en los peces y los moluscos de la zona y que pueden pasar a la cadena trófica".
El informe del Criiad será enviado por Greenpeace a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que actualmente tramita una queja registrada por esta organización ecologista por la vulneración de las Directivas sobre radiaciones ionizantes, gestión de residuos tóxicos y peligrosos y protección de aguas que se está dando en las marismas de Huelva, a consecuencia de la cual, la Comisión Europea, a petición del Parlamento, ha iniciado una investigación.
Por otro lado, el laboratorio francés también ha estudiado las muestras de agua y lodos contaminadas vertidas al Río Tinto procedentes de las más de 7.000 toneladas de material contaminado radiactivamente por el accidente de Acerinox ocurrido en la Bahía de Algeciras en 1998 y que se enterraron en el "mal llamado" Centro de Recuperación de Inertres (CRI) número 9 de las Marismas de Mendaña, dentro de las marismas de los ríos Tinto y Odiel.
Los niveles de este isótopo artificial "son muy altos", algo "especialmente preocupante" porque origina radiaciones beta y gama y porque, desde el punto de vista biológico, el cesio 137 se incorpora al organismo y "determina una irradiación interna persistente". Las emisiones que produce este elemento son "responsables de cánceres y otras patologías" e incluso se pueden relacionar con enfermedades cardiovasculares, recordaron.
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